Nombre oficial: Stadio Filadeldia.
Ubicación: Via Filadelfia, 36. Borgo Filadelfia, distrito de
Lingotto, Turín, Italia.
Capacidad: 30.000 espectadores.
Año de inauguración: 1926.
Propietario: Ayuntamiento de Turín.
En los años 20, el conde Enrico Marone Cinzano, presidente
del Torino, crea una empresa con el fin de constuir un estadio para su equipo,
con campo de entrenamiento adjunto. Se eligió una zona en las afueras de Turín,
en el barrio de Filadelfia, ya que el coste del suelo en la zona era menor que
en el centro. Tras cinco meses de obras y un coste de 2,5 millones de libras,
el Torino estrenó el estadio el 17 de octubre de 1926 en un partido ante el
Fortitudo Roma, que acabó con victoria de los piamonteses por 4-0 y que contó
con la presencia de Umberto II, entonces príncipe y posteriormente último rey
de Italia. El estadio, originalmente, tenía dos gradas (cada una de 15.000
espectadores) y estaba rodeado por un muro. La fachada era de ladrillo rojo y
tenía elementos de estilo Art Nouveau.
Durante casi 40 años, el estadio Filadelfia (adoptó el nombre
del barrio donde se ubicaba) fue la casa del Torino, que como sabéis, fue uno
de los clubes italianos más destacados del siglo XX. Se trata de Il Grande
Torino. En el Filadelfia, los granata ganaron siete Ligas y estuvieron
imbatidos durante 100 partidos y seis años.
En la II Guerra Mundial, el estadio fue bombardeado y
posteriormente ocupado por soldados aliados estadounidenses, que lo usaron para
jugar al béisbol. En 1946, fue renovado. En 1958, el Toro se mudó al Comunale,
ya que había planes para convertir el Filadelfia en un espacio público. Pero
esos planes se frustraron y al año siguiente, el Torino regresó al Filadelfia.
El último partido del stadio Filadelfia fue un Torino-Nápoles el 19 de mayo de
1963, con resultado de 1-1. La temporada siguiente se mudaron al Comunale, más
grande y cómodo.
El Filadelfia se convirtió en lugar de entrenamiento hasta el
año 1989, cuando el equipo se trasladó a unas nuevas instalaciones para las
prácticas. El estadio fue abandonado y empezó a deteriorarse muy rápidamente.
El Consistorio turinés se hizo cargo del estadio, pero todos los planes se han
ido paralizando, pese a las constantes presiones de los hinchas del Torino por
revivir el escenario de los mejores años de su equipo.
Cuando la pala excavadora era ya la única solución, parece
que hay esperanzas: la Fundación Filadelfia, con ayuda del Consistorio y del
gobierno reigional de Piamonte, ha conseguido que se inicien las obras de
remodelación del estadio, para que todos los turineses y, en especial, para los
hinchas del Toro, puedan disfrutar de este pedazo de historia del fútbol.
El Nuevo Stadio Filadelfia
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